El dilema de He-Man
Hay muchas cosas que podrías estar haciendo en lugar de esto — Anomalía Fest, celebremos el éxito — Aventuras animadas de ayer y hoy
¿Y si renuncio y pongo un puesto de tostadas? Digo, las de tinga me quedan muy bien, la verdad. Quien las haya probado no me dejará mentir. O los chilaquiles, esos también me quedan de re-chu-pe-te. Podría vender, por ejemplo, guajolotas en la esquina de mi casa por la que, cada mañana, pasa un montón de gente hacia su trabajo. Y no tendría que estarme preocupando, no sé, de las cosas de las que me preocupo ahora sino de otras. Y cuando eso pase, volveré a pensar en qué pasaría si dejara de hacer lo que sea que esté haciendo… y así, sucesivamente.
¿Han visto esos memes de He-Man donde está acostado y le ponen una leyenda sobre lo que está pensando? Algunas son muy locales pero hay otras que empiezan con “y si renuncio y…”.
Supongo que hasta He-Man tuvo momentos de duda sobre si era capaz de ser el príncipe de Eternia o si podía empuñar la Espada de Poder. Debe ser difícil tener la chamba de un príncipe y, al mismo tiempo, ser el protector de Eternia. Y uno aquí, complicándose con banalidades. ¿Cierto?





Pero, ¿quién no ha tenido ganas de renunciar cuando la energía intelectual necesaria para seguir adelante se encuentra en el nivel crítico? Cuando la batería en la esquina superior derecha de la pantalla se pone de color rojo brillante y el contador cae, cae, cae, sin nada más qué hacer… 9… 8… 7… 6… ¿dónde está el cargador?
¡Alguien llame a los Amos del Universo, por favor!
Los Amos del Universo es una línea de figuras de acción que apareció a inicios de la muy, muy, muy lejana década de 1980. Un año después de que los muñecos salieran a los aparadores, llegó a las pantallas la adaptación animada llamada He-Man y los Amos del Universo que se emitió de 1983 a 1985 con 65 episodios. En México, la serie llegó al ya histórico Canal 5 y se transmitió desde 1985, además de las consabidas repeticiones en múltiples emisoras.
Aunque la serie fue pensada como parte de la estrategia para vender muñecos, la historia de Adam, príncipe de Eternia y recipiente del poder del Castillo Grayskull se volvió muy popular no solo entre los niños varones a quienes estaba destinado, sino también entre las niñas, al grado de que casi una década después, She-Ra, La Princesa del Poder, apareció logrando casi tanta popularidad como su primo He-Man.
Aunque hubo una adaptación cinematográfica llamada Amos del Universo, protagonizada por Dolph Lundgren, esta terminó como un fracaso comercial y cinematográfico. Aunque las risas no faltaron.
Pero, a ver, si algo tenía He-Man era encanto. Eso no le faltaba. Veamos: Adam, el príncipe de Eternia, era planteado como un debilucho (debajo de la escasa ropa real se dejaba notar que tanto no lo era) pero además, un cobarde. O eso pensaban todos a su alrededor. Y para no desentonar, Cringer, su leal compañero, temblaba a la menor provocación. Pero cuando Adam empuñaba la espalda de poder y decía “¡Por el Poder de Grayskull! ¡Yo tengo el Poder!”
Ufffff
¿No se te pone la piel de gallina al recordarlo?
Voy a seguir divagando en este recuerdo infantil porque ya me emocioné.
Entonces, encanto, decía. Y ese encanto era la mezcla de varias cosas: por un lado, la música. El tema tiene ese toque de sintetizadores muy onda 80’s con ambientación épica. Y la letra, ¿la recuerdas?
El universo ya está protegido
Por el poder de GraySkull
Con secretos poderes destella un castillo
He- Man luchará hasta el final
Teniendo a su lado la mágica espada
Y amigos que no fallarán
Las fuerzas malvadas, querrán liquidarlo
Y nunca descansarán.
Ahora, añade a eso la voz de Rubén Moya, el actor de doblaje que dio voz al héroe de Eternia y, ¿qué tienes? Uno de las presentaciones de dibujos animados más memorables de toda la historia.
Vamos, que si empecé escribiendo esta entrada un poco deprimido, nada más escuchar la apertura un par de veces y ya siento que puedo enfrentarme a Skelletor y todas las fuerzas del mal.
¿En qué estaba pensando el príncipe Adam?
Como sea, más allá de los memes, de los miles de muñecos vendidos y de los modelos de masculinidad reproducidos por el dibujo animado, He-Man y sus amigos tenían algunas bondades.
Una de ellas era la búsqueda de transmitir una pequeña moraleja en cada uno de sus episodios. De hecho, además del meme de He-Man pensando, está el otro de “Y recuerden, amigos…” que se ha usado a modo de sátira (muchas veces, con muy malas intenciones) pero que recupera esa escena al final de cada episodio en la que He-Man o algún otro personaje, trataban de identificar un mensaje sobre conducta, amistad o moral, dentro de la trama. Podemos discutir sobre el modelo ético que se trataba de transmitir desde el norte global, pero el buen tono no se puede escamotear.
Lo cual nos devuelve al principio de esta carta: ¿Y si renuncio y…?
Yo no sé en qué pensaba el príncipe Adam mientras se desvelaba en su cama en aquel episodio de Los Amos del Universo pero me siento muy identificado, más veces de las que quisiera aceptar, con la escena.
No hay espada mágica que pueda levantarse en alto para recargar la energía emocional que, en ocasiones, se desgasta hasta un punto peligroso. Ese en el que la renuncia aparece como la opción no solo más viable sino hasta lógica.
A veces parece tan fácil saltar al precipicio de la renuncia. El aburrimiento, la falta de resultados, el desgaste, el agotamiento crónico, el insostenible peso de la rutina, el abrumador abrazo de los pendientes… son tantas cosas que a veces ni siquiera se pueden listar con un solo aliento.
Pero He-Man no entregó la espada del poder (aunque hay un episodio en el que es engañado por Skelletor para que lo haga) solo porque todo mundo pensaba que su verdadero self era un cobarde . Claro que todos se burlaban del príncipe Adam por salir corriendo cuando el peligro aparecía. Pero siguió luchando, ¿cierto? Al final, ¿No era esa la lección?
Todos queremos ser los héroes de nuestras propias vidas. Con o sin espada mágica. Pero supongo que eso implica no desistir. Al menos, no sobre aquello que de verdad nos importa. Y si eso es en alguna medida cierto, más vale dejar la idea de los puestos de chilaquiles o tostadas o tamales de lado. Encontrar la forma de recargar la pila. Y echarse una pequeña porra para levantar el ánimo diciendo: ¡Yo tengo el podeeeeer!
SERENDIPIAS
Los días 21 y 22 de agosto se llevó a cabo en Puebla el primer Anomalía Fest, evento de arte especulativo que promete convertirse en un referente para el género. Tuve la oportunidad de darme una vuelta para ver, escuchar y platicar con algunas de las personas que participaron en las presentaciones y organización de este evento y, la verdad, he regresado muy contento de lo que pude ver.
En primer lugar, Axel Lima, de Ciencia Ficción México, y Mariana Carbajal del Círculo de Ciencia Ficción Sizigias se dejaron buena parte del alma en la organización y realización de las actividades que contaron, entre otros, con la participación de Anapoyesis (Daniela Lomarrti y Andres ACT), Planeta Misterio y su revista Colectivero (Oscar González Cruz), la Antología Lo Mejor de la Ciencia Ficción Mexicana 2023 (José Luis Ramírez Gutiérrez et. Al), así como Jimena Jurado quien presentó su trabajo en poesía de ciencia ficción, la obra de Gerardo Sifuentes, entre muchas otras personas, incluyendo a artistas gráficos y visuales que se dieron cita para presentar, platicar y promover su obra.
Cuando digo que este evento puede convertirse en un referente es porque creo que su presentación en sociedad fue exitosa, porque creo que cada vez atraerá a más gente, no solo a artistas especulativos sino también a las y los entusiastas que desean ver, leer y escuchar lo que se hace en este género, en y desde México. También lo digo porque, en palabras de Axel Lima, el Anomalía Fest está pensado para moverse a otros sitios, para convocar en todos los espacios posibles a las y los artistas y aficionados y construir un punto de encuentro pero también de construcción de los nuevos paisajes especulativos mexicanos.
Así que muchas felicidades a todas las personas que participaron en la organización y realización. Y para quienes se perdieron el evento, esperemos encontrarnos en su segunda edición, que ojalá tenga lugar pronto, más grande y aún más exitosa.



ONOMATOPEYAS
Como niño nacido en los 80s claro que vi y fui fan de He-Man y claro que por supuesto que levanté mi espada mágica imaginaria mientras correteaba en lo que, en ese entonces, veía como el interminable patio de la vecindad donde pasé mi primera niñez. Con el príncipe Adam vinieron también Leon-O y los Thundercats, los Halcones Galácticos, los Transformers y los Dinoplatívolos. Poco después fueron las Tortugas Ninja, Batman, El Hombre Araña. Más adelante la invasión japonesa con Los Caballeros del Zodiaco, Dragon Ball, Los Supercampeones. Ya más grande serían Los Simpson, Futurama, Family Guy, American Dad. Y así, sucesivamente, hasta la actualidad cuando ya me entretengo con cosas como Rick y Morty (el anime es descabelladamente alucinante), Solar Opposites, y otras tantas más que han convivido en el ecosistema de entretenimiento que habita en mi cabeza.
Me gustan mucho las caricaturas —como les decíamos de niños— y ahora, ya en mi enésima juventud, tengo oportunidad de ver de nuevo cosas para los más pequeños de la casa. De hecho (y ya he mencionado en estas cartas) soy bastante fan de Bluey, que me parece una joya de animación y un gran recurso para los padres contemporáneos. Pero también hay cosas como Stillwater (Lago Tranquilo, por Apple TV+) que, pese a ser orientadas a público infantil, tienen mucho para aprovecharse por las personas más grandes en casa.
¿Cuáles eran tus favoritas? ¿Cuáles ves todavía hoy en día? ¿Qué crees que estaba pensando Adam en la imagen del meme?
Gracias por acompañarme en el desvarío semanal. Debo confesar (si no lo he hecho antes) que esta carta es más difícil de escribir cada semana. También debo confesar que veo las estadísticas y que a veces son… desalentadoras. Pero trato de recordar que esta carta también es para mí. Que a veces —y debería hacerlo más a menudo— este espacio se trata también de recordarme un poco las cosas que he olvidado por demasiado tiempo, como las caricaturas que me gustan o como el hecho de que uno también puede llegar a ser, al menos por un momento, un héroe.
Nos leemos la próxima semana. Mientras tanto, como dicen por ahí, dale Like, comentar y suscribir para que sigas enterándote de las entregas semanales. ¡Hasta la próxima!